Reflexionando sobre el divorcio de la idoneidad y la política
“El incompetente siempre se presenta a sí mismo como experto,
el cruel como piadoso,
el pecador como santurrón,
el usurero como benefactor,
el mezquino como patriota,
el arrogante como humilde,
el vulgar como elegante
y el bobalicón como intelectual”.
Carlos Ruiz Zafón
“El primer acto de corrupción es aceptar un cargo público para el que no se está preparado” es un refrán muy citado en redes sociales y medios gráficos, inexplicablemente valorado de manera virtual pero intencionalmente olvidado en el plano de lo fáctico y real. Hoy intentaremos reflexionar en torno al total divorcio, a nivel global, producido entre el oficio del político y la virtud de la idoneidad, entendiendo a la misma como la cualidad de “adecuado” o “apropiado” que se le otorga a una persona por su quehacer en el marco de una tarea muy concreta. En algún sentido, todos somos idóneos para algo, o al menos pretendemos serlo, pero es indudable que no lo somos para todo lo que se nos proponga. Pero cuando se trata de la función pública, la cosa se complica: queda en nuestras manos la decisión de modificar, mejorar, empeorar o entorpecer la vida de otros bajo nuestra responsabilidad (o irresponsabilidad).
“Analizando el sentido de la esperanza”
El que tiene un por qué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo
F. Nietzsche
Todos hemos escuchado alguna vez una frase tornada en cliché que versa “la esperanza es lo último que se pierde”. Generalmente, aceptamos cordialmente el mensaje e incluso le damos nuestra aprobación, pero ¿sabemos por qué es lo último que realmente nos queda? En la presente oportunidad quisiéramos reflexionar en torno a este concepto de esperanza, entendiéndolo no como un placebo en tiempos de autoayuda y de circulación de frases estimulantes por redes sociales, sino como un elemento de nuestra existencia que es vital para dar sentido cabal a nuestras vidas finitas.
"La amistad en tiempos de Avatares"
No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos
Juan 15:13-17
En la presente oportunidad intentaremos reflexionar en torno al concepto de “amistad” desde una perspectiva filosófica que nos permita comprender cómo es posible el vínculo amistoso en una sociedad que ha abrazado fuertemente el individualismo rapaz y la pérdida (casi total) de atención que nos prestamos los unos a otros.
"Degustar o deglutir la vida"-
La existencia auténtica denota el modo de ser en el que el hombre comprende
que él es posibilidad, que puede apropiarse y responsabilizarse de su existencia;
en la autenticidad el hombre se resuelve,
elige adueñarse genuinamente de las posibilidades que se le abren
Heidegger
"Vivir bien, conforme a nuestra naturaleza"
"Lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro"
Séneca
Cuando Zenón Elea (490-430 a.C) nos decía que debíamos vivir “conforme a la naturaleza” no se refería en absoluto al hábito posmo progre que abraza árboles pensando que así evita la contaminación, o las prácticas de no bañarse o rasurarse, ni mucho menos el abandono de la posibilidad de acceder a más años de vida mediante la vacunación preventiva ante enfermedades letales. A los estoicos les interesaba comprender qué tipo de ser es el ser humano en su particularidad propia: ¿qué es lo que nos hace únicos y en qué nos diferenciamos de otros seres? o bien ¿por qué somos el único ser que se pregunta por su ser?
"Vivir para servir, o servir viviendo"
“Es mejor morir de hambre habiendo vivido sin dolor y miedo,
que vivir con un espíritu atribulado, en medio de la abundancia”
Epicteto
En la presente oportunidad nos interesaría invitarlos a reflexionar desde la óptica de los estoicos sobre un asunto que se ha impuesto en cotidiano cuando no debería serlo necesariamente: el estrés y la hiperactividad como forma de vida recomendada por el paradigma de la vacua e intrascendente notoriedad que produce la ficticia utilidad mediática que representamos mediante la difusión de nuestro accionar.
Discutiendo la cultura del etiquetado moral
"Cada vez que estés a punto de señalar un defecto en otra persona,
hazte la siguiente pregunta:
¿Qué defecto en mí se parece al que estoy a punto de criticar?"
Marco Aurelio, Meditaciones.
Hoy quisiéramos reflexionar en torno a un problema filosófico interpretado bajo la óptica de los estoicos y que consiste básicamente en la dificultad que representa aceptar la idea de que nadie hace algo malo a propósito, o que el mal proviene de la ignorancia. Cuando se trae esta discusión, siempre alguien sale ofendido o enojado.
Veamos por qué.
“El humor como mecanismo de resistencia”
“La potencia intelectual de un hombre se mide
por la dosis de humor que es capaz de utilizar”
Friedrich Nietzsche
Hoy quisiéramos compartir una breve reflexión en torno al sentido del humor como aspecto del ser humano estrictamente digresor, transgresor y potentemente liberador, a saber, la capacidad de sentir y generar humor. Bien sabemos que la etimología de la palabra remite en latín a “humoris”, que significa humedad o propiedad líquida, también referida al torrente que atraviesa los poros de una superficie. Como podemos apreciar, ya desde su origen etimológico, la palabra nos está indicando que se trata de algo que se filtra inconteniblemente a pesar de cualquier tipo de resistencia física que intente retenerlo.
"El olvido como herramienta pedagógica de la injusticia naturalizada"- Lisandro Prieto Femenía
al mismo tiempo documento de barbarie"
Walter Benjamin
La frase célebre que versa "quien olvida su historia está condenado a repetirla", atribuida a Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana ha sido citada, utilizada y versada en tantos contextos y por tantos personajes que parece haberse convertido en un cliché. Bien sabemos que la historia de nuestra humanidad cuenta en su haber con numerosísimos genocidios, pero si nos detenemos un instante en el infame Siglo XX los datos son vergonzosos: el genocidio armenio (1915-1923), en el que fueron aniquilados casi dos millones de armenios bajo la responsabilidad del Imperio Otomano; el “Holodomor” o genocidio ucraniano (1932-1933) efectuado por Stalin, supuestamente con la excusa de erradicar los movimientos nacionalistas ucranianos, eliminó de la faz de la tierra a seis millones de personas utilizando entre sus modalidades más crueles, la hambruna; el genocidio de Ruanda (1994) nos dejó un saldo de casi un millón de víctimas fatales y al menos medio millón de violaciones sexuales hacia mujeres; la “Masacre de Srebrenica” (1995) en la ex Yugoslavia en el marco de la Guerra de Bosnia, en la cual se mataron a ocho mil personas de etnias bosnia-musulmanas por parte de los paramilitares denominados “Escorpiones”, quienes actuaron con total impunidad en un territorio declarado previamente como “zona segura” por las Naciones Unidas.
"Tener que morir, ¿sin querer morir?"- Lisandro Prieto Femenía
«La vida del hombre sobre la tierra es combate,
y combate primero y ante todo consigo mismo»
Miguel de Unamuno
El intelectual de la paradoja por excelencia, Miguel de Unamuno, intentó comprender al “hombre de carne y hueso”, alejado de las frías y distantes abstracciones, este ser que se caracteriza por afanarse a algo. Dichos afanes propios de nuestra condición estrictamente carnal pueden resumirse y condensarse en un solo deseo sublime, angustiante y necesario: no morir.