Otra vez estoy aquí,
coloreando mis días como si no hubiera un mañana.
Viviendo el presente que muchos olvidan.
Luchando con mi mente para volver a ser la que no era.
Queriéndome como nunca,
tanto por dentro como por fuera.
Pues me crecí con el valor que otras personas me daban,
sin darme yo el valor que merecía.
Seguí los pasos de otros sin saber cuales eran los míos.
Me alejé con las alas rotas buscando mi camino,
y el camino me enseñó a saber ser selectiva.
A perseverar en el obstáculo.
A poner límites que me respetan.
A elegir irme donde me hacen daño.
A quedarme donde me enseñen algo.
A vencer miedos como Don Quijote y Sancho.
Decidí dejar de ser el animal imperfecto para ser,
un delfín sin creencias limitantes.
Y sin cadenas que aten.
Un delfín que decide salir de la comodidad,
para cabalgar olas en la mar.
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