Entre retahílas aparezco de nuevo.
Intentando pintar un lienzo blanco, lleno de colores.
Una obra de creación quizás inaudita y desconocida por muchos.
Una obra, donde volver a descubrir la esencia de mi autentico ser.
Hace unos días me descubrí ante una nueva yo.
Una, que está labrando su propio destino con cada intento.
Que no le importa la profundidad del desafío
a pesar de encontrarse muchas veces en la penumbra del hoyo.
Porque sabe que será ahí,
en las sombras, donde aparecerá la fuerza interna.
Cavando hacía la luz, una senda nueva.
Porque en las dificultades está el aprendizaje.
En cada pala de superación
se halla una autoestima cada vez más firme.
Y en la adversidad un desarrollo personal
que hará que nos olvidemos del otro yo.
Porque he pasado de ser el gato
que no tiene miedo a subirse en los tejados
por el qué dirán,
al pequeño artista sincero, el escarabajo.
Que avanza entre el arte de un paisaje oscuro
hacía un paisaje lleno de luz, lleno de colores.
Lo último de Cris Ariza Rosado
Deja un comentario
Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.