LA HUELLA DEL TIEMPO
Otras veces en cambio,
me refugio en la caverna de mi Platón.
Allí encuentro los fuegos,
las tormentas literarias,
manifestadas de las sombras de los demás.
Ya no hay una mirada lejana,
donde las olas rompan.
Todo resplandece en la retina.
Somos un pasado ya, de nuestro presente.
Un otoño despojado.
Un invento a reinventar reiteradamente.
Un espejo en extinción plagado de suturas.
Y, un regalo a notar en la huella del tiempo.